... y bien estrafalario, por cierto. La cuestión es que Silvio Oltra abrió el fuego (...) del '87, no más, volando con su sorprendente "astronave de combate", de insólita aerodinámica -una particular suerte de "cazabombardero" implacable en un domingo violento-, armada por Rubén Benavidez. Así, el piloto guitarrista cantó victoria. Un soberbio Mario Gayraud había hecho el gasto ... llevándoselo el viento; su XR4 terminó con el acelerador atorado. "Tito" Bessone coronó ardua faena con su Sierra entre dos Fuegos ... Traverso resultó el tercero en (gran) discordia
En agosto del año pasado, cuando analizábamos la competencia de T.C.2000 de Resistencia, decíamos que Silvio Oltra había hecho la mejor carrera que le viéramos en la categoría; que se había quedado y nos dejaba con la duda sobre qué hubiese pasado en un final, mano a mano con Traverso; que en el momento en que intentó el "sorpasso" de Juan María -que era el puntero- no entró la quinta marcha, y que a partir de allí debió trabajar utilizando sólo cuatro de su caja de velocidades.
También decíamos que el planteo de carrera de Silvio había sido inteligente, su conducción segura y sin errores. El trabajo de su equipo había logrado un auto muy rápido y una puesta a punto impecable. Quizá valga la pena recrear estos conceptos vertidos hace más de siete meses, porque con los mismos argumentos de entonces, Oltra llegó a su primera victoria en T.C.2000.
El momento exacto en que pasa a la punta Olta con Gayraud detenido al borde del circuito. Fue un triunfo que alegró a todo el ambiente
También es válido seguir hurgando en la memoria. Cuando quien esto escribe regresaba de la capital chaqueña, lo hacía en el mismo vuelo que Oltra, por entonces frustrado ganador, para él, y brillante segundo,
para mí. Y cuando digo "frustrado ganador", quiero permitirme ponerlo entre comillas, ya que Silvio lamentaba su "mala suerte" y, en lugar de celebrar esa segunda ubicación, pensaba en la victoria que podía haber logrado.
Fue allí cuando iniciamos un diálogo adulto, maduro, sincero, hasta amistoso, me atrevería a decir, con el hoy triunfador. Así fue cómo Oltra -no allí pero sí luego de un tiempo- nos dijo, también amistosamente:
Concentración en el patio de boxes para salir a pista. Gayraud ya se va rumbo a la "pole". Lo siguen Zampa, Di Palma, Crocco, el equipo Renault, E. Bessone, Oltra y todos. Los rodea mucha gente. Y toda la expectativa
"Es cierto lo que analizamos cuando veníamos del Chaco. Las victorias no hay que buscarlas, llegan solas en el momento en que tienen que darse y como consecuencia de la elaboración previa que uno haga del auto, primero en el taller y luego en la pista. Cuando todo eso se conjuga, después entra a jugar el porcentaje de suerte que hay que tener para ganar, pero que es mínimo".
Cuando Silvio nos dijo esto, ya sabía lo que era ganar porque unos meses antes había obtenido en Rafaela su primera victoria en Nissan. De cualquier manera, sus ambiciones eran mayores y quería la mieles del T.C.2000...
Bastante más atrás, pero también, con show; Olmi, Mayorga, Crocco, Zampa (gran decepción), Torriani y Banfi
Para llegar a eso hizo todo como debía. Después del incendio de su auto en Bahía Blanca, decidió encarar las cosas de otra manera. Puso a su equipo a trabajar sobre el nuevo auto, "a full", y fundamentalmente desafectó a Rubén Benavidez del trabajo sobre el Nissan. Allí radicó la clave del éxito. En el taller de Olivos no hubo verano ni vacaciones. Había que terminar la nueva Fuego con un sinfín de elementos sofisticados y probarla antes de la primera carrera del '87. A Buenos Aires había que llegar con todo. Y así fue.
En los entrenamientos de la semana previa resultó el más rápido después de Fernandino, y el auto demostró que había nacido bien. En pocas vueltas estaba en el tiempo y sólo había que pulir detalles de puesta a
punto, en algunos casos, y de "parición" en otros. En eso se trabajó durante los entrenamientos y la clasificación de viernes y sábado últimos.
De esa manera, Silvio se ubicó 4to el viernes y el sábado, y fue segundo en las pruebas libres de la mañana del domingo, haciendo allí su mejor registro de toda la semana y mostrando que al auto todavía le faltaba evolucionar, cosa que -creemos- aún le falta a pesar de la victoria.
Luego de una largada impecable desde la cuarta fila, el ganador demostró muy seriamente cuáles eran sus intenciones. Tomó decididamente la punta superando en el arranque a Traverso y "aguantando" a Gayraud en la entrada del curvón. Cuando se cortó la correa que comanda la bomba de vacío del sistema de frenos -vuelta 3-,
cambió su panorama...
Primero pensó en parar a reponer la misma, pero analizándolo fríamente se dio cuenta de que en esa detención perdería toda chance. Se concentró como nunca para manejar cometiendo la menor cantidad de errores en los dos frenajes "a cero" que tiene el circuito 9 del Autódromo -entrada al mixto y horquilla-, usó las prestaciones de la caja Hewland a las mil maravillas y se las compuso para pelear entre la "jauría" que componían con Gayraud, Traverso, E. Bessone y Di Palma.
Ganó y perdió alternativamente con ellos, pero eso sirvió para demostrarles y demostrarse a sí mismo que, aun en esas condiciones, podía darles lucha. Y así lo hizo. Y así llegó al triunfo.
Colita de "Cocho", 2/3 de Pontoriero, Guerra completo y Solmi semioculto. Entrevero, que le dicen
Fernandino (puerta hundida por Soto), frena postergando a Sáenz, López y Serafini
Y ahora quizá debamos volver al principio. A aquella frase de Resistencia sobre la duda en relación con el final. Cambiando a un protagonista -Gayraud por Traverso- y poniendo ahora a Oltra como triunfador. Y no podemos negar que también nos queda la duda sobre cómo hubiera sido el final.
Es cierto que Oltra se había acercado a Mario antes de la detención de éste, pero de allí a ganarle hay una diferencia muy grande. El andar del piloto de Pigüé era tan sólido, tan seguro, tan medido y equilibrado, que es muy difícil imaginarse un error del Subcampeón argentino como para resignar su victoria, que hasta allí era inobjetable.
Rueda a rueda en la horquilla y con Traverso al acecho, Silvio Oltra va siendo superado por Mario Gayraud. Renault vs Ford puro. Rato después la Sierra se quedaría y la Fuego recuperaría
En lo técnico, tampoco había que temer: la Sierra del "Polaco" Herceg rendía en su mejor nivel, era rápida en todos los sectores, estaba bien equilibrada y era evidente que había más potencia en el motor que el año pasado, aunque algunas voces en el box se empeñaran en afirmar que "Tenemos la misma potencia que en Río Cuarto el año pasado".
Esta opinión queda desvirtuada por la evolución del resto de los equipos. Si los autos oficiales de Renault mejoraron su rendimiento, si el nuevo de Oltra hizo lo propio, si Akel avanzó con Bessone, y Gayraud continuó con su dominio, es evidente que José Miguel Herceg, salvo en los últimos tiempos, en que se dedicó al armado de los autos -fundamentalmente del de Di Palma- matizado con algunas escapadas para pescar tiburones, le puso sus manitas y su talento a los motores, y éstos incrementaron la potencia.
Algunas otras voces, también provenientes del área de Pacheco, dijeron: "Hay 6 o 7 HP más que el año pasado". Por la contundencia que mostró Mario en entrenamientos, clasificación, pruebas libres y carrera, hasta que se paró por la rotura de una rótula del sistema de aceleración, nos inclinamos por darle crédito a la segunda versión.
Quizá lo hecho por Rubén Luis Di Palma en su debut con la Sierra recién colocada en pista el sábado y que llegó a estar en la conversación del grupo de punta nos afirme aún más en esa teoría.
En definitiva seguimos creyendo en el viejo axioma del automovilismo que indica que "no hay buenos pilotos con malos autos". Sin dudas que los productos del Polaco, aún sin estar al mismo nivel, los dos siguen siendo de primera calidad.
López (rueda delantera derecha levantada) es postergado por Crocco en la entrada a mixtos
E. Bessone se lanza en la horquilla a definir su pleito con Di Palma
La tarea de "Tito" Bessone y el equipo de Carlos Akel merece un párrafo aparte. Después de capear la tormenta veraniega que se cernía sobre el team cuando casi queda afuera del presupuesto de Ford y su red de concesionarios, y sin interrumpir la tarea tanto en la pista como en el taller, preparador y piloto demostraron que había que seguir confiando en ellos.
No cabe ninguna duda de que el dueño del equipo y el piloto hablan el mismo idioma, y además tienen -ambos- la suficiente flexibilidad en lo técnico y lo deportivo como para escucharse mutuamente. Esta simbiosis dio como resultado que quizá la Sierra del dúo Bessone - Akel sea en este momento la más equilibrada en materia de puesta a punto de cuantas haya en el parque del T.C.2000.
El auto, sin ser el más rápido, va bien en todos los sectores
del exigente trazado que es el "9" de Buenos Aires. Frena, dobla, acelera o copia el piso del Autódromo de manera notable. Uno observa el andar de Bessone y no existe ningún tipo de desbordes ni "estridencias". Pero se toma el cronómetro, se divide el circuito en sectores, se extraen los parciales y el resultado arroja que esa Sierra hace todo bien.
Aunque el público de la tribuna no lo note. Aunque el piloto que va arriba no sea espectacular. Es cierto que quizá no tenga el motor más potente de la marca. Pero tampoco están muy atrás. Y aquí también nos quedó otra duda. Akel hizo un nuevo desarrollo de motor durante el verano, trabajando sobre la leva, la tapa de cilindros y los conductos de admisión y escape.
Esa tarea dio como resultado un motor de mayor rendimiento que los del año pasado tanto en el dinamómetro como en la pista. Ante esta evolución, el presidente de la categoría decidió hacer tres moto-res de esas características. Uno de ellos fue el que se rompió -se cortó el cigüeñal- en las pruebas libres del domingo por la mañana.
Como los otros dos no estaban suficientemente ablandados, piloto y preparador decidieron "ir a lo seguro", optaron por colocar el que habían utilizado en los entrenamientos del viernes, que correspondía a la serie de los del año anterior y no tenía la evolución '87. Nos habría gustado saber qué hubiera pasado en carrera y con el otro motor. Quizás en General Roca -la próxima- tengamos la respuesta.
Lo
de Juan María Traverso también fue bueno, aunque quizás el Campeón -como él mismo lo admite- se apresuró demasiado en buscar la punta y tratar de superar a Gayraud. Así "se mandó" en la frenada de la entrada al mixto cuando Mario no había dejado el hueco como para que entrara un auto completo... Ello obligó a Juan Maria a ceñir demasiado su línea para no tocar a la Sierra y pasó con el auto íntegro por sobre el "piano" interno de esa curva.
Conclusión: la Fuego se puso en dos ruedas, Traverso la dominó, pero la alineación del auto se perdió totalmente y a partir de allí fue imposible seguir el ritmo que el Subcampeón le había impreso a la carrera.
Otras tareas destacables fueron, las de Guerra, Crocco, Olmi, Fernandino, Sáenz y José Luis Bessone hasta su abandono. De ellos, y de toda la expectativa que la despertado este T.C.2000 '87, habremos de seguir ocupándonos en nuestro próximo número.
Por Nestor Carbia
Fotos Enrique Bianco, Enrique Perrupato, Miguel Tillous, Rubén Lettieri, Eduardo Neira y Duilio Caro
La Fuego de Soto se incrusta en la Sierra de Fernandino. Vuelan trozos de plástico mientras bloquea J.L. Bessone, de buena actuación
El discutido primer round del gran combate del ´87
Duelo de titanes
Di Palma por "K.O.", Traverso por decisión
Como vemos arriba y abajo, Di Palma lo llevó montado a Traverso, del ingreso a la salida de la horquilla
Ya rumbo a la "islita", Luis tiene el camino expedito mientras Juan Maria -apenas visible detrás del Sierra- se va
Aquí vuelve la Fuego campeona, maltrecha ya desde rato antes por el "pianazo" inicial
Sin dudas que más allá de la excelente victoria de Silvio Oltra, o de la demostración de Mario Gayraud, o del equilibrio de "Tito" Bessone, el hecho más trascendente de la carrera de Buenos Aires fue el incidente protagonizado por los dos máximos ídolos que tiene el automovilismo argentino de este momento: Juan María Traverso y Rubén Luis Di Palma.
Sucedió en los últimos metros de la última vuelta. Traverso venía con su auto cada vez más indócil a raíz del deterioro de los neumáticos por haberse desalineado el mismo, mientras que Di Palma también tenía problemas, con el acelerador y los frenos.
El de Arrecifes terminó la bajada del tobogán a la cola del de Ramallo, y cuando ya habían empezado a doblar en la horquilla, lo tocó, lo sacó de su línea, lo superó por adentro y le ganó el tercer puesto. Dieron la vuelta de honor y Juan María se bajó del auto gesticulando y fue
a su box antes del podio -adonde debían ir los 4 primeros- después recompuso su intención primitiva y se dirigió al lugar de la coronación. Desde el sitio de los hechos, recogemos los siguientes testimonios que dan una idea cabal de lo sucedido.
Haciendo volar los pastitos recién cortados de la entrada al mixto, tras el desparramo de Soto y Fernandino, se vienen José Luis Bessone, José Miguel Pontoriero, Eduardo Saenz y Miguel Ángel Guerra. Dos Sierra bien distintos, un VW 1500 rejuvenecido y un Renault 18 vuelto a la actividad ¡Cuidado!
Traverso: "Así no se puede correr. Luis se olvidó de manejar... Lo que hizo, de sacarme en la horquilla, no puede ser... Yo hice la denuncia igual pero el C.D. me indicó que no hacía falta porque él tenía ya el informe del veedor. Creo que Di Palma está bien excluido".
Di Palma: "Lo toqué porque el motor se quedaba acelerado a fondo, pero creo que en el momento de acelerar, el 'Flaco' no lo hizo, y yo me le metí por adentro. Creo que si él acelera, me gana igual. Yo pisé el freno pero no lo pude parar... No fue a propósito. Pero si me excluyen, lo acepto".
Raúl Marielli (C.D.): "Cuando el veedor de la zona me explicó la maniobra, no dudé en excluir a Di Palma. La medida es inapelable".
Ernesto Testa (colega de "Ruedas", Radio Excelsior): "Yo estaba allí y vi cómo Luis se lo llevaba por delante a Juan María, lo 'corría' y le ganaba el puesto. No puedo juzgar su intención. Además, el motor de Luis venía muy en vueltas, así que es factible que tuviera algún problema".
Rubén De Vergilio (colega de "Velocísimo", LT10 de Santa Fe): "Di Palma le pegó muy fuerte de atrás, lo dejó en el aire por un momento a Traverso y lo siguió empujando hasta que lo sacó de adelante para pasarlo".
Estos fueron los testimonios y la decisión adoptada por el Colegio de Comisarios Deportivos. Cabe acotar que el veedor de esa zona es también un C.D. en actividad de la C.D.A.
EN POCAS PALABRAS
Gabriel Raies: "Renault no tiene interés en que participe en Rally. De todos modos, correré algunos"....
Arnedillo (mecánico de Etchegaray). "En 'Autodelta' están haciendo un Renault 18 para José Manuel Faraoni"...
"Tito" Bessone: "Nissan no, sólo correré en T.C. 2000"...
"Turco" Raies: "Les repito que en el podio estarán los cuatro primeros y nada más que tres chicas promotoras"...
Di Palma, visiblemente molesto con dicha medida, acota: "Esta mal. Que sean cuatro chicas, una para cada uno"...
Oltra: "En la cuarta vuelta empezó a salir humo dentro del auto, pero como los relojes indicaban que andaba todo bien, le seguí dando"...
Guerra: "No clasificamos bien el sábado, pero el resultado de la carrera me dejó satisfecho. Si consigo apoyo económico, hago toda la temporada de T.C. 2000"...
Olmi: "Rompimos un motor el viernes, y el que nos quedaba lo cuidamos muchísimo. A pesar del inconveniente en el autoblocante, terminé sexto. Estar entre los diez primeros de la categoría, es importante"...
Etchegaray: "No es fácil correr en dos categorías. En la FRA salvé los papeles con el segundo puesto, pero en T.C. 2000 el embrague me dejó afuera..."
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