Las victorias de Carlos Reutemann en la Formula 1 Gran Premio de Inglaterra 1978   "El gran triunfo que siempre soñé ..."   Revista Corsa Nro 633. Julio de 1978

Fue una victoria sorpresiva por partida doble: Reutemann, ahora, como Lauda en Suecia, puso freno al impresionante dominio de Lotus, y nadie esperaba el triunfo de la dupla Reutemann - Ferrari. Una carrera de trámite bastante anormal y emotivo. Todo sobre el abandono de Andretti y Peterson, los candidatos del momento

1971, en Silverstone: Junto con Carlos Reutemann, entonces apenas un recién conocido corredor de Fórmula Dos, quien escribe recorría los boxes de Silverstone con un Reutemann entre sorprendido y admirado por el espectáculo que brinda cualquier G.P. de Inglaterra. Carrera crucial de la temporada, vidriera de todas las grandes empresas y los grandes equipos.

Y Reutemann comentaba entonces: "Que importante debe ser ganar esta carrera. Es el gran triunfo para un corredor de Fórmula Uno".

16 de Julio de 1978 a mediodía: "Cierto, nunca tuve suerte en el G.P. de Inglaterra. Ni aquí ni en Mónaco que son los dos circuitos donde siempre tuve problemas, aunque en Amoniaco llegué una vez tercero. Realmente, me gustaría más que nunca poder andar bien hoy en este G.P. de Inglaterra. Pero con los Lotus no hay caso..."

16 de Julio de 1978 a las cinco de la tarde: "Esta es la mayor satisfacción de mi vida. El gran triunfo que siempre soñé".

Comienza el Gran Premio de Inglaterra y los Lotus llegan en punta a la primera curva, a pesar de la excelente partida de Scheckter. Sin embargo, el final se dilucidaría entre Lauda y Reutemann

Vuelta 1. Con Andretti primero. Siguen Peterson, Scheckter, Jones, Lauda, Patrese, Reutemann y el resto

Lo repitió al bajarse del auto, en el podio, en el auto que lo llevó a dar la vuelta triunfal, respondiendo al comentarista del circuito, a las preguntas de todo el mundo que felicitó como pocas veces a este Reutemann que acababa de ganar no sólo una carrera espectacular por su trámite por llegar en el momento quizá más difícil de toda su carrera deportiva.

Pocos minutos más tarde, en la sala de prensa del organizadísimo Grand Prix inglés, ya más tranquilo, Lole volvía a recalcar a pesar de su victoria que los Lotus siguen siendo los autos dominadores de la Fórmula Uno, que en Hockenheim nadie sabe qué puede pasar, que se sentía feliz, tranquilo. Ni una aclaración de más o un juicio inesperado.

Pero el eco despertado por su triunfo era superior al habitual. Brands Hatch -verdadera capital del automovilismo mundial- es una impresionante demostración del desarrollo del automovilismo en el país de Colin Chapman. Un público que debe ser el más entusiasta del mundo, que se apiñaba en las tribunas desde el viernes, que se pasea por los innumerables negocios y stands, que conoce a la perfección vida y milagro de la Fórmula Uno brindaba la dimensión exacta de esta victoria que no fue un simple triunfo más para agregar a los anteriores primeros puestos de Reutemann.

Todo el mundo sabía de los últimos tiempos tormentosos en Ferrari, de las presiones y discusiones en el interior del equipo italiano. Y en la pista todos verían ganar a Reutemann con la Ferrari justo donde venían a lucirse los Lotus, la Good Year, los poderosos equipos ingleses.

Otra vez Andretti, otra vez los Lotus. Todo parecía indicar que Brands Hatch sería un nuevo jalón para la dupla, pero todo se diluyó. Una parada para cambiar gomas y el motor roto luego, impidieron una confirmación que parecía segura

¿Y el trámite de la carrera?. Eso fue aún lo más espectacular. Ganarle en mano a mano a Niki Lauda como no se ha visto casi nunca ya que el austriaco no pierde jamás una carrera si se encuentra en posición de privilegio y sin que haya un imponderable mecánico de importancia de por medio.

La persecución de Reutemann fue el plato fuerte que aderezó este extraordinario G.P. y el remate final producido en plena lucha con los rezagados, la obra culminante de ese día sin fallas para Reutemann. Según los ingleses, que caracterizan a Reutemann como un piloto de "grandes días", Brands Hatch fue una de sus obras cumbres. Y nadie, ni el propio Reutemann, podrá discutirlo.

Ese momento del paso a la punta fue electrizante. Reutemann le venía descontando lentamente metros de distancia en cada vuelta pero trabajosamente había llegado de cinco segundos de diferencia a sólo uno y medio respecto a Lauda, que punteaba. Se veía claramente, sin embargo, que los dos autos eran tan pero tan parejos entre sí que no parecía sensato que Reutemann tuviera resto para intentar el sorpasso de un piloto que no regala nada.

Observando el andar de Reutemann en esas vueltas impresionantes donde se jugaba cada décima, se veía que la Ferrari era siempre el auto un poco difícil que es en todo circuito.

Vuelta 7. Peterson con problemas, Scheckter y Jones se aprestan a pasarlo. Lauda está expectante

Mucho mejor que hace dos semanas por obra y gracia de las nuevas Michelin más angostas y más altas, pero siempre indócil a la hora de doblar. Reutemann frenaba cortando lo más cerca posible (las Ferrari tienen, eso sí, unos frenos admirables). Pero tenía que zambullirse en la curva con sumo cuidado para evitar latigazos inútiles y para cuidar también las gomas que tanto lo hicieron sufrir en las últimas carreras.

Lauda, en cambio, recorría con más soltura ciertos sectores sinuosos y no quedaba agujero entonces por donde pudiera pasar Reutemann a la punta en las vueltas que faltaban. Superan a diversos rezagados y van llegando a un grupo numeroso de autos que estaban perdiendo la vuelta. Allí aguardaba el instante clave de la carrera.

Adelante va Giacomelli y se le acercan Lauda y Reutemann más cerca que nunca. Recorren una veloz curva que desemboca en la recta principal y Lauda se decide a pasarlo a Giacomelli por la banda externa de la pista... justo cuando Giacomelli que circulaba bien por el medio se movió un poquito hacia afuera quizá pensando que Lauda lo pasaría por adentro.

Esos centímetros de desplazamiento bastaron: Lauda no pudo pasarlo y levantó un poco y allí Reutemann vislumbró el agujero por el costado de adentro. Bajó dos ruedas levantando una cierta polvareda, lo superó a Giacomelli y pasó al frente. La carrera cambiaba de dueño y la euforia de Ferrari contrastaba con el rostro tenso de Bernie Ecclestone. Que Lauda perdiese el 1er puesto en manos de Reutemann no era medicamento ideal para su estómago, si Bernie sufriera de úlcera...

Varios accidentes ocurrieron durante los ensayos y pruebas de clasificación. En la foto, una grúa se lleva el Shadow de Hans Stuck tras su choque contra Rupert Keegan y un paredón. A causa de ello, quedó fuera de los "22"

No estaba todo dicho de cualquier modo, porque Niki Lauda hizo lo imposible por recuperar lo perdido produciendo apenas cuatro vueltas antes del final el record de vuelta que es nueva marca para Brands Hatch. Pero así como no había diferencia apreciable antes como para que Reutemann lo pasara con claridad a Lauda, tampoco la había ahora como para que el austriaco recuperara un primer puesto que ya era inamovible del argentino.

Con los Lotus y sin ellos

Por supuesto, en Brands Hatch hubo otra carrera muy diferente mientras los dos Lotus estuvieron en la pista, carrera por cierto mucho más aburrida y monótona que la terrible batalla que se vería una vez que Peterson y Andretti quedaran inesperadamente al costado.

El dominio de los autos de Chapman había sido aún más abrumador que lo esperado en las jornadas de clasificación y nadie creía sinceramente que pudiera haber otro triunfador que no fuera un auto negro.

En el momento del banderazo (o mejor dicho la luz verde de partida) Jody Scheckter intentó la maniobra suprema de un sobrepaso por afuera para descolgarse primero en la veloz curva de Brands Hatch pero ni Andretti ni Peterson se dejaron madrugar. Andretti ganó una vez más la primera posición y los dos Lotus comenzaron a escaparse en la punta estableciendo una diferencia pasmosa con los demás. Diez segundos respecto al tercero Scheckter cuando solo iban diez vueltas, o sea nada menos que un segundo por vuelta cuando todavía se andaba con tanques llenos.

Se queda Peterson. Andretti escapa en la punta pero parará a cambiar gomas y luego abandonará

Detrás quedaba un primer grupo que constituiría sin embargo el aspecto central de la carrera, un tráfico veloz de primer nivel donde se escalonaban Scheckter, Jones, Lauda, Patrese, Reutemann, Depailler, Watson y Hunt mientras más lejos circulaban Daly, Pironi y Laffite.

El primer grupo, donde Scheckter taponaba en realidad un poco apretando por lo tanto a los demás, no se concedía tregua y mostró escenas de gran espectáculo, como sólo puede ofrecer la Fórmula Uno. Reutemann intentando el sobrepaso de Patrese (siempre dificilísimo y peligrosísimo), Jones casi pegado a la cola del Wolff. Y muy rápido, los golpes de escena dejarían paso a la segunda carrera del pasado domingo.

Primero se queda Peterson lentamente cuando quería pasar al mismo Andretti. Pocas vueltas más tarde es Andretti el que para en boxes a cambiar una rueda trasera y luego pierde toda chance cuando abandona con el motor roto. Sorpresa general en esta carrera obligada para los Lotus y Jody Scheckter en la punta seguido a centímetros por Alan Jones en un día espléndido.

Ese grupo de punta estaba tan comprimido por la acción del tapón del sudafricano, que desde atrás se aproximaba en otra notable carrera el siempre rítmico Emerson Fittipaldi, mientras James Hunt también quedaba out por un toque contra el guard rail en plena recta al salirse de pista por una rueda delantera derecha insólitamente trabada.

Vuelta 36. Lauda sigue primero, Patrese es segundo y Reutemann tercero. Scheckter, con brazo en alto anuncia su abandono

En seguida, más incidentes de importancia. Scheckter comienza a padecer con la caja de cambios y Alan Jones gana la punta, Jody se va quedando, lo pasan los demás y enseguida es Alan Jones el que sufre otro problema similar y Lauda hereda la punta. Atrás, Patrese, Reutemann y Watson son sus escoltas hasta que el italiano rompe la suspensión desapareciendo también de la pista.

Allí se delínea el gran remate que faltaba. Sandwich de Brabham con la Ferrari en el interior. Cinco segundos de Lauda a Reutemann y otros cinco de Lole a Watson. No hay peligro con Watson sin embargo, que a ojos vista se va quedando lejos de la Ferrari y Reutemann comienza la caza sistemática del Brabham puntero... con el resultado y los detalles que ya comentamos arriba.

Pero si hubo dos carreras distintas, no caben dudas de que la única que vale es la que a la postre le dio los nueve puntos a Reutemann, de aquí en adelante el vencedor del G.P. de Inglaterra 1978. Eso no cambia en ningún caso, sin embargo, la notoria superioridad de los autos que siguen siendo el tope máximo de la Formula 1 actual.

El casi inesperado triunfo de Ferrari no significa que se hayan extinguido como por encanto los problemas que las aquejaban hasta Paul Ricard, y de hecho el mismo auto de Lole no fue en Brands Hatch el tipo de auto impecable como el que le permitió imponerse en Río, por ejemplo. Más mérito para el piloto por supuesto, pero a la vez evidencia simple y llana de una jornada especialmente feliz para Ferrari.

El difícil matrimonio entre chasis y neumáticos dio un paso adelante pero aún se está muy lejos de los Lotus. Casi inalcanzablemente lejos se podría decir... pero es no hay que arriesgarlo nunca porque al fin y al cabo las carreras de autos siguen teniendo esa vital capacidad de sorpresas que es su mayor atractivo y es posible que nos reserven otra en lo que resta del año.

Por Germán Sopeña

Héctor Rebaque

Patio de boxes

Himno nacional: Cuando Reutemann llegó al podio para recibir el clásico trofeo, tras las felicitaciones y entrega de la copa por parte del duque de Kent, los parlantes difundieron el himno nacional... italiano, quizá porque las Ferrari son italianas. Tras escucharlo respetuosamente, Reutemann se lo hizo notar luego al speaker oficial y pocos minutos después salía al aire el himno argentino nuevamente escuchado con gran unción.

Camiseta argentina: En la puerta de la sala de prensa, el encargado de verificar las credenciales para permitir el acceso estaba vestido nada menos que con una rotunda camiseta de fútbol del seleccionado argentino. Era más inglés que Nelson sin embargo, aunque después de la carrera bromeaba explicando que se había asociado por completo a un día argentino 100 x 100. Luego preguntó, desnudando su indiscutible fervor futbolístico: "¿Lo trajeron a Menotti al box Ferrari?".

Vuelta 58. Y se produjo lo inesperado. Giacomelli se abre para dejar pasar a Lauda, pero lo encierra, Reutemann ve el claro y se manda alcanzando finalmente la punta

Significativo homenaje: Durante la primera jornada de pruebas, en la pista de Brands Hatch se realizó una simpática ceremonia. En las condiciones en que se encontraba, fue llevado al circuito el Lotus 48 con el que Joseph Siffert ganara el Gran Premio de Gran Bretaña de hace exactamente 10 años.

La escudería de Rob Walker había conservado el auto con mucho cuidado, y el R.A.C. quiso celebrar este aniversario ofreciendo a Rob Walker un gran plato de plata con una inscripción que recordaba el acontecimiento, pero especialmente el hecho de que aquella carrera había sido obtenida por un equipo privado.

Rob Walker aceptó muy emocionado el testimonio, y luego tuvo un gesto muy simpático, ofreciéndolo a su vez al Automóvil Club de Suiza, representado por Emmanuel de Graffenried ("Toulo"), quien fue el primer piloto suizo vencedor de un Grand Prix. Y este agradeció con palabras también conmovidas, en presencia de Clay Regazzoni que después de Siffert continuó la tradición de los suizos en grandes premios.

Posteriormente, Gianclaudio dio una vuelta de exhibición al volante de la máquina, pero a remolque de una camioneta, porque el motor montado en el Lotus era precisamente aquel con el que triunfara en el recordado G.P. del ´68 y que terminara la competencia sin presión de aceite.

Recordamos aquí el sufrimiento de los italianos, ya que la prueba había sido dominada por Chris Amon, que debió disminuir notablemente el ritmo final, a causa del completo desgaste de sus neumáticos. Constituye una ocasión válida para demostrar cómo las Ferrari también entonces tenían problemas con las gomas, porque las Firestone B.11 utilizadas por el coche de Amon eran idénticas a las empleadas por Siffert, quien terminaba la carrera con un notable espesor de caucho en condiciones de seguir rindiendo. Fenómenos que... todavía son de actualidad.

Vuelta 60. Tras el sorpasso, Reutemann comienza a distanciarse demostrando que tenía algo más. Si bien Lauda se acercaría al final, no lo alcanzaría. Giacomelli sigue en escena

Turbo cumpleaños: También Renault celebró un aniversario importante, el primer año de presencia en F.1 con el auto a turbocompresor. Tuvo lugar durante un almuerzo al que fue invitada la prensa británica, durante el cual Gerard Larrousse, cabeza de las actividades deportivas de Renault, quiso puntualizar la situación. Entre otras cosas dijo:

"El año pasado vinimos a Inglaterra a hacer debutar nuestro monoposto, y esencialmente nos satisfizo bastante el conseguir clasificarlo. Esperábamos que las dificultades fueran muchas, pero avanzamos, aunque el programa de la F-1 haya sido forzosamente postergado un tanto ya que todos estábamos dedicados en preparar la gran aventura de Le Mans.

Puedo decir que el verdadero inicio del programa de F-1 ocurrió a las 16 horas del día 11 de junio de 1978, cuando la bandera a cuadros decretó nuestra victoria en Le Mans. Ahora, todas nuestras fuerzas están destinadas a llevar al éxito al monoplaza. Aquí, en la primera jornada obtuvimos el sexto tiempo, lo que es un resultado alentador.

Trabajamos sobre un motor que desarrolla 350 caballos de potencia específica por litro y que entonces tiene propiedades excepcionales. Es normal que se presenten muchos problemas. Esperamos vencer pronto, con nuestro motor de 1.500 cm3, sobrealimentado, contra motores de tres litros, aspirados."

Llegada. Con el clásico brazo en alto, Reutemann cruza victorioso la línea de llegada del GP de Inglaterra. Lauda llegaría a menos de dos segundos. Terminaba la carrera del año

El santafesino exhibe el trofeo de la victoria

La revelación de la carrera: Derek Daly. Clasificó en posición inmejorable y en carrera su desempeño fue excelente

Bruno Giacomelli y el largo camino a la experiencia. Factor principal en el sorpasso de Reutemann a Lauda, llegó séptimo

Después de bastante tiempo, Hans Stuck y Shadow llegaron a los puntos. El trámite anormal de la carrera favoreció el quinto puesto del alemán

Danny Ongais

Riccardo Patrese

Patrick Tambay salvó en parte los marchitos laureles de McLaren. Fue el mejor del equipo y llegó sexto. Sin embargo, no estaba para más...

Pensativo y preocupado aparece Patrick Depailler. Sin embargo, no le fue tan mal. Con un auto que no era de los mejores llegó cuarto

¿Lo reconocen...? en principio, tampoco nosotros. Es Gunnar Nilsson en plena recuperación luego de una seria intervención que hizo temer por su vida

Vuelta 4. Los Lotus se escapan. Andretti - Peterson entran en Graham Hill corner, Scheckter - Jones salen de Druids

Vuelta 24. Andretti ya paró. Scheckter es el primero. Lo siguen Jones, Lauda, Patrese, Reutemann, Watson y Depailler

Vuelta 54. Reutemann sigue su ataque en pos de Lauda descontando a razón de 2/10 de segundo por vuelta. El austriaco comienza a mostrarse nervioso, pero no vislumbra el sorpasso

Reutemann recibe el trofeo de la mano del duque de Kent

La conferencia de prensa con un irónico cartel de John Player al fondo

Orden de partida

Gran Premio de Inglaterra

Circuito de Brands Hatch de 4.265 metros

Recorrido Total 319.719 Km (76 vueltas)

16 de Julio de 1978

Abandonos

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