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Las victorias de Carlos Reutemann en la Formula 1
Gran
Premio de Sudáfrica 1981
(Sin puntos)
"No contaban con mi astucia..."
Revista
Corsa Nro 767. Febrero de 1981 |
La escena corresponde a los primeros tramos del G.P., cuando la pericia de Reutemann hizo cumbre, luchando con neumáticos slick. Lo sigue Zunino, a punto de superarlo con un Brabham puesto ideal para la lluvia. Al secarse el piso, los roles se invertirían..
Una frase que se hizo muy popular a través de un insólito personaje de la televisión puede aplicarse perfectamente para titular el triunfo de Reutemann en Sudáfrica. Pero el mérito de Reutemann no se limita solamente a la afortunada elección de las gomas, sino a la cuota de manejo que tuvo que desplegar durante esas primeras veinte vueltas con la pista completamente mojada, circulando con gomas lisas y soportando el asedio de los que lo hacían con gomas de lluvia.
A pesar de ello... "... todo lo que hice no sirve de nada, no tenemos los nueve puntos...". Otras actuaciones de mérito complementaron esta buena carrera de "Fórmula Libre", acaso un hito en el aún incierto destino de la F.1
"Gran carrera Carlos, felicitaciones". Radiante de alegría, Frank Williams se abría paso entre una maraña de grabadores para estrechar efusivamente la mano de Reutemann minutos después de su triunfo.
Respuesta de Reutemann: "gracias pero los nueve puntos no los tenemos".
Frank Williams: "momento. Eso está por verse. El problema todavía no está terminado y hay que ver lo que decidirá finalmente la Corte de Londres".
Pero una mueca escéptica de Reutemann marcó a modo de síntesis todo el clima vivido durante los tres días de este Gran Premio de Sudáfrica "fantasma".
Nadie creyó jamás realmente en la validez de la carrera sudafricana, ni siquiera los propios equipos de la FOCA que fueron a correr casi por compromiso porque ya era imposible dar marcha atrás diez días antes, cuando el acuerdo de los constructores en Módena hacía prever una rápida solución para el conflicto.
El triunfo de Reutemann quedará probablemente en la misma categoría de "victoria moral" que aquella de Alan Jones en España de 1980, aunque a diferencia del australiano, que defendía tozudamente que él había ganado esos nueve puntos. Reutemann no se hacía muchas ilusiones en Kyalami y la lógica lo llevaba a pensar que todo había sido riesgo inútil.
Alan Jones se jugó la variante opuesta a la de Reutemann, y trepó en la lluvia, llegando a estar tercero. Luego, el obligado cambio de gomas lo demoró, y un posterior trompo dañando una "skirt" lo eliminó
¡Y que riesgo!. Largando con gomas slick bajo la lluvia, Carlos Reutemann se jugó una de las cartas más arriesgadas de toda su carrera deportiva, "coquetando" con el peligro de un despiste previsible mientras el piso estaba mojado, para obtener finalmente una victoria de gran categoría, de esas que valdrían nueve puntos más merecidos que nunca si la Fórmula 1 sólo se desarrollara en la pista y no en salones parisinos o cortes judiciales inglesas.
La carrera en sí fue finalmente de buen nivel, a pesar del elenco reducido a 19 autos. Faltaba, obviamente, la cuota de peso que significan especialmente Ferrari, Renault, Alfa Romeo y Ligier. Pero de todos modos fue una carrera en serio, disputada bajo condiciones muy difíciles y que confirmó una vez más que el único momento verdaderamente deportivo que le queda a la Fórmula 1 se desarrolla desde que se da la orden de largada hasta que cae la bandera a cuadros.
El resto puede ser show, señoritas en shorts como las que abundaban en Kyalami, inversiones publicitarias, honestidad relativa por parte de ciertos directores de equipos, o bien conflictos de poder político por el manejo de la actividad, que es lo que actualmente divide a la Fórmula 1. Pero en el momento de largar la carrera, todo eso queda a un costado y cada corredor queda estrictamente librado a sus cualidades personales. Ese porcentaje positivo es lo único que mantiene cierta dignidad de la F-1, y en ese aspecto Kyalami fue una muy buena carrera por lo que se pudo ver en la pista entre las dos y las cuatro de la tarde del sábado 7 de febrero.
Primera curva, apenas largada la competencia. Piquet al frente con autoridad, seguido por De Angelis y Lammers (también con lisas), Reutemann queda cuarto, con Rosberg (otro con slicks) a la zaga
La elección acertada de Reutemann
Cuando el día de la carrera amanece lloviendo, todas las referencias previas sirven de poco. Por más que en los días de clasificación se había hecho evidente que la carrera debía quedar entre Williams o Brabham, la lluvia permanente que caía sobre Johannesburg desde el viernes a la tarde permitía imaginar cualquier otra posibilidad.
¿Por qué no Keke Rosberg, que largaba en segunda fila y cuyas virtudes bajo la lluvia eran harto conocidas desde aquel triunfo en Silverstone F-1 (sin puntos) bajo un verdadero diluvio?. ¿O acaso Elio de Angelis, cuyo Lotus estaba muy cerca en rendimiento sobre piso seco y que podría aprovechar el emparejamiento de performances que provoca el piso mojado?.
O si no, cualquier otro que acertara con las gomas justas, que cambiara de unas gomas a otras en en el momento adecuado si las condiciones variaban de mojado a seco o viceversa, que es exactamente la gran cuota de lotería que se arriesga cada vez que hay que correr con lluvia.
Contra lo que se puede creer superficialmente, el problema no radica simplemente en la elección de las gomas "secas" o gomas con dibujo para la lluvia. Además de eso, toda la puesta a punto del auto varía sensiblemente según las condiciones del piso, y si uno está seguro de que va a llover optará sin duda por espirales y amortiguadores más blandos, que aumenten la adherencia en curva, distintas presión en las barras y mayor inclinación de las ruedas respecto al eje longitudinal del auto para aumentar la estabilidad direccional en recta a alta velocidad.
Todas esas operaciones no se hacen en diez minutos y por lo tanto hay que elegir un compromiso final por lo menos una hora antes del comienzo de la carrera. A la una de la tarde, pues (la carrera empezaba a las dos), todos los equipos se hacían ese cuestionamiento de rigor y se veía a los mecánicos trabajando en las suspensiones de acuerdo a las impresiones personales de pilotos y directores de equipo, que no pueden hacer otra cosa que apostar al comportamiento climático de las próximas dos o tres horas.
Después de ocho meses de alejamiento, indudablemente alentadora la reaparición de Zunino en F-1. Mientras llovió, explotó meritoriamente la condición adecuada del BT49 a la lluvia. Luego, un accidentado cambio de gomas y el motor lo relegaron
Para colmo, las pruebas de tanques llenos de la mañana se habían desarrollado bajo una lluvia permanente y los autos habían sido equilibrados totalmente para lluvia en esa última media hora de práctica previa a la carrera. Pero luego, por primera vez en muchas horas, comenzó a disminuir la lluvia, se detuvo finalmente por completo y el piso comenzaba a secarse aunque no del todo, ya que la humedad reinante era enorme. El cielo no se abría, y la perspectiva de nuevos chaparrones parecía lo más probable.
En los últimos veinte minutos previos a la largada, la lluvia seguía sin aparecer y los autos salieron a la pista a dar las clásicas vueltas de reconocimiento. De retorno a boxes cada uno hizo su apreciación personal y la gran mayoría eligió colocar gomas de lluvia, ya que el piso estaba demasiado resbaladizo como para andar sobre slicks.
Carlos Reutemann, sin embargo, optó por quedarse con las gomas lisas -como De Angelis, Rosberg, Patrese y Cheever-, confiando en que la pista secaría poco a poco, y Frank Williams estuvo de acuerdo en que cada piloto eligiera su propia opción, pero advirtiendo que ya no se podría cambiar cuando faltaban tres minutos para largar.
En verdad, la elección de Reutemann pareció errónea en un primer momento. Con los autos ya en el grid de partida, recomenzaron las pesadas gotas de ese clima pegajoso, casi subtropical, y el piso volvió a mojarse por completo. Pero ya se largaba y no había más nada que hacer.
Una buena carrera de Elio De Angelis. El tercer escalón en el podio fue el premio merecido luego de una labor notable
En el momento de la luz verde, Piquet le ganó fácilmente el pique inicial al Williams del argentino. Calzado sobre gomas lisas, Reutemann tuvo que largar suavemente para no quedar patinando en el lugar, y a pesar de ello llegó tercero a la primera curva, precedido por Piquet y De Angelis.
Detrás, la clásica nube de spray no permitía ver prácticamente nada y el pelotón se estiraba lógicamente con más rapidez que lo habitual por obra se esa visibilidad casi nula, en la cual los pilotos circulan en quinta a fondo prácticamente sin ver más allá de los diez o quince metros que tienen por delante. Lógicamente, el puntero suele escaparse con facilidad en esas condiciones y los Brabham, perfectamente puestos a punto para pisos mojado, no tenían casi rivales. Piquet no sólo se iba con facilidad sino que por su lado Ricardo Zunino iniciaba desde más atrás (había quedado noveno en la primera curva) una remontada que lo llevó en pocas vueltas a un tercer puesto que se transformó incluso en fugaz segundo lugar cuando Piquet paró finalmente a cambiar sus gomas con dibujo por gomas lisas.
Desire Wilson
Mientras tanto, Reutemann había hecho milagros para mantenerse en la pista con un auto que deslizaba peligrosamente sobre lo mojado y sólo había perdido cinco puestos a la media hora de la carrera, donde el pelotón se ordenaba con Piquet como un cómodo puntero con 13 segundos de ventaja sobre John Watson (muy fuerte en lo mojado), Alan Jones, Eliseo Salazar (también espectacular en su ascenso aprovechando la lluvia), Zunino, Mansell, Reutemann, De Angelis y Chico Serra.
Poco después Zunino superaba a Salazar en la frenada de Crowthorne Corner (la temible primera curva donde se despistaron el sorprendente Lammers y luego Geoff Lees con el Theodore) y quedaba tercero detrás de Piquet y Watson, ya que a su vez Alan Jones había hecho un tremendo trompo cuya consecuencia fue la rotura de una pollerita, por lo cual abandonaría poco más tarde.
También Eddie Cheever estrenaba equipo. En su primera carrera con Tyrrell fue séptimo a una vuelta. Notar el auto exento de publicidad aún
Pero ya había empezado a secarse la pista. No caían más gotas sueltas y el andar de los autos iba "fabricando" ese callejón de asfalto seco donde Reutemann volvió a recuperar terreno -había perdido 44 segundos respecto de Nelson Piquet cuando el brasileño paró en boxes a cambiar sus gomas de lluvia por slick- y en cuestión de cinco minutos en los cuales paró todo el mundo a hacer los mismo, Reutemann se encontró cómodamente en la punta dominando la carrera a voluntad.
Si no volvía a llover era prácticamente imposible que alguien pudiera alcanzarlo, y aunque Piquet volvió furiosamente a la pista como automático segundo, la diferencia que los separaba era del orden de los quince segundos a favor del argentino. En un momento pareció que la ventaja disminuía, pero la explicación posterior de Reutemann aclaró la causa:
"Cuando lo pasé a Zunino sacándole una vuelta sobre piso seco, vi que su Brabham subviraba bastante, ahí supuse que probablemente el de Nelson también sufriría lo mismo, y que eso se agravaría si intentaba atacar mi posición. Levanté hasta estabilizarme en unos 14 segundos de diferencia y allí seguí girando con cierta comodidad hasta el final". Como si todo hubiera sido fácil....
Desire Wilson no solo puso el toque femenino al equipo Tyrrell sino que también aportó un sponsor a su auto. Sin duda, es la mujer que mejor se adaptó a las exigencias de la categoría en su historial
El mérito de la victoria de Reutemann no se limita sin embargo al acierto en la elección de las gomas lisas, que en realidad es algo que tiene mucho que ver con la suerte porque todo depende de la voluntad de las nubes. Un simple chaparrón de cinco minutos habría arruinado todo el cálculo de Reutemann, y en lugar de ganar la carrera podía terminar décimo.
Pero la cuota de pilotaje que hay que reconocer en toda su dimensión estuvo a su cargo en esas primeras vueltas de la carrera, donde tuvo que circular sobre piso mojado con gomas lisas soportando además el asedio de quienes circulaban con las de lluvia.
Allí, un pequeño derrape incontrolado termina en los tejidos de alambre, y las veloces curvas de Kyalami no son para tranquilizar a nadie en ese aspecto. Asi construyó Reutemann su excelente victoria del GP sudafricano, y eso es algo aparte de la suerte que lo acompañó en la elección de las cubiertas.
Otros cuatro pilotos también habían hecho lo mismo eligiendo gomas slicks, pero quedaron muy lejos del argentino. Detrás de Reutemann, Piquet fue un cómodo segundo con un auto que podría haber sido el ganador sobre piso estrictamente seco y sin cambios de gomas de por medio.
Luego, Elio De Angelis que mantuvo una larga lucha de buen nivel con Keke Rosberg, y más atrás el meritorio Watson que por un momento fue puntero bajo la lluvia y luego recuperó desde atrás cuando reanudó con gomas slicks.
¿Quién ganó con esta carrera?
Pocas veces se vio un Gran Premio tan conversado previamente como este GP de Sudáfrica, que en realidad fue una carrera de "Fórmula Libre". En efecto, a último momento, el lunes antes de la carrera, llegó a la FISA el telegrama del Automóvil Club Nacional sudafricano solicitando la posibilidad de realizar una carrera de Fórmula Libre, con lo cual quedaba salvado el aspecto puramente reglamentario de la cuestión.
En realidad, la denominación de GP de Fórmula 1 era insuficiente, ya que faltaban numerosos elementos de los que hacen a la totalidad de la categoría superior del automovilismo. Con 19 autos equipados con el mismo motor y las mismas gomas, se trataba más bien de una "Súper Fórmula Ford", por más que las performances y las velocidades eran por cierto las de la Fórmula 1.
Toda esa absurda situación no es más que una de las tantas consecuencias del lamentable conflicto que enfrenta a la FISA y la FOCA y que sigue sin encontrar solución. Frente a ello, los pilotos se limitaron a cumplir dignamente su rol, produciendo una carrera interesante en si misma pero que finalmente no se sabe muy bien para qué servirá. Texto y fotos: Germán Sopeña
Reutemann
Alegría sin ganas
Levantó la copa como siempre, atendió a la prensa como siempre, contó los detalles de la carrera como siempre. Pero el Reutemann ganador de Sudáfrica no sentía lo mismo que si hubiera ganado una carrera incuestionada, un verdadero GP de Campeonato.
"Todo lo que hice no vale prácticamente de nada porque los nueve puntos no creo que me los devuelva nadie, por más que la FOCA crea lo contrario".
- En la pista. ¿fue una carrera como todas?
- Sí, por supuesto. Yo arriesgué como siempre. Anduve muy fuerte en clasificación tratando de encontrar el mejor equilibrio posible para el auto, y a pesar del golpe del viernes salí decidido a ganar. Se dio todo como yo esperaba y gané como si hubiera sido una carrera por el Campeonato Mundial.
- ¿Fue un riesgo grande largar con slicks cuando todavía estaba el piso mojado?
- Yo creía que podía secar y tuve razón. Al principio estaba muy difícil, pero no tuve en realidad ningún momento especialmente peligroso. Y luego se andaba bien rápido ya con el piso seco. El motor era muy bueno también. Era el mismo motor que corrí en España y en lmola, dos carreras que pude haber ganado por lo que andaba el auto.
- ¿Cuál es tu sensación personal frente a una carrera que te costó igual o más que otras y que no vale en teoría para el Campeonato?
- ¿Qué te puedo decir? Es la situación muy difícil en la que nos encontramos todos los pilotos por igual. A mí me gustaría que todos los señores que discuten sobre la seguridad de la Fórmula Uno estuvieran hoy sentados en el cockpit de un Fórmula a punto de largar y con las gotas de lluvia mojando el piso.
Tanto discutieron por las polleritas y ahora resulta que Alain Prost hizo prácticamente el mismo tiempo que Alan Jones el año pasado en el Autódromo de Buenos Aires. ¿Qué ganaron sacándole las polleritas? ¿En cuánto se redujo su velocidad? Al parecer en casi nada. Y mientras tanto, somos los que sufrimos la peor parte en todo este lío."
Ni siquiera uno de los mejores triunfos de su carrera lograba borrar la amargura profunda de Reutemann en Kyalami. G.S.
El retorno de Zunino
Luego de ocho meses sin tocar un auto de Fórmula 1, Ricardo Zunino no solo se dio el gusto de subirse nuevamente al Brabham número 6, sino que además clasificó muy bien entre jueves y viernes, y remató esa tarea con un excelente comienzo de carrera donde trepó hasta el segundo puesto aprovechando la ventaja de la lluvia.
Al revés que Reutemann, Zunino había preferido una puesta a punto para piso mojado, y su auto era uno de los mejores mientras el asfalto estaba cubierto por agua. En el box de Brabham llegaron a cronometrarle vueltas más veloces que las del propio Piquet, que lideraba la carrera, y Zunino podría haber concluido en forma brillante si no varían las condiciones del tiempo.
Cuando paró a cambiar gomas se arruinó todo lo que había hecho hasta entonces, porque en el nerviosismo del momento, un mecánico no había ajustado aún la rueda trasera izquierda mientras otros ya bajaban al auto para darle la orden de salida.
Afortunadamente, Alistair Caldwell advirtió el error y dio un grito ordenando que levantaran otra vez el auto para ajustar la rueda. Pero toda esa maniobra le costó segundos irrecuperables, y luego no le quedó al sanjuanino otra cosa que girar hasta el final, cada vez más despacio a causa de un motor que rateaba considerablemente.
Pero el retorno había sido reconfortante, y Zunino no lo ocultaba. "Al principio me encontraba falto de "timing", pero volví de inmediato a acostumbrarme y creo que enseguida me reubiqué en el auto".
- ¿Qué pasará ahora? ¿Seguirás con Brabham?
No lo sé aún, pero creo que es más probable que corra con Tyrrell. Esto sólo se produjo por la inesperada hepatitis de Rebaque, ya que en principio también iba a correr con Tyrrell en Kyalami. Por Germán Sopeña
Vibrante disputa fue la sostenida al principio, en lo mojado, por John Watson. En la escena, ya marcha segundo tras Piquet, mientras Jones desplaza a Mansell y ataca a De Angelis. Terminaría quinto...
Nelson Piquet
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A poco de intentar inútilmente el "sorpasso" hacia el segundo lugar en Crowthorne, Jan Lammers visita el paisaje lindero a las "catch fences" mientras De Angelis (mordiendo banquina externa) se va...
Departiendo en boxes, dos Campeones Mundiales. El ´76, James Hunt, y el ´80, Alan Jones. El inglés, como siempre, sin hacerse problemas y jugando al periodista...; el australiano bastante mortificado en carrera
Manteniendo slicks y sin pretensiones mayores, Riccardo Patrese llevó a su recordado Arrows a la sexta colocación final, a una vuelta. Aquí supera a Lees, de corta actuación
Eliseo Salazar. Primer chileno en la Fórmula 1
Tal como Zunino en 1979, el chileno Eliseo Salazar utilizó convenientemente la Fórmula Aurora durante todo 1980 como trampolín para abrirse camino hacia la Fórmula Uno "verdadera", ya que los autos de la fenecida "Aurora" eran en realidad una suerte de Fórmula Uno a medias.
Sin polleritas, sin las mismas gomas, sin el nivel de competencia que exige la F-1 auténtica. Pero era suficiente para establecer quién podía dar un salto hacia arriba, y Salazar convenció rápidamente a los ojos críticos que merodeaban por los circuitos ingleses.
Ahora ya es piloto oficial March para todo 1981 y en el circuito de Kyalami tuvo su primer contacto real con la categoría, a la cual se incorpora por primera vez un piloto chileno. No estaba en sus mejores condiciones, sin embargo:
"Cuando retorné de Inglaterra a Chile para fin de año -nos explicaba el viernes en Kyalami- comencé a sentirme mal y cuando fui al médico, se descubrió que tenía tifus.
Debo haber comido una lechuga mal lavada o algo así, y el asunto es que me tuve que pasar 23 días en cama y recién me estoy recuperando. No creía que pudiera correr aquí en Kyalami, pero después de dar unas pocas vueltas en el auto me sentí mejor y creo que voy a aguantar todo el tirón sin problemas." - ¿Cuál fue tu primera impresión del auto respecto de la Fórmula Aurora?
- Todavía es muy pronto para darme cuenta porque el March es totalmente nuevo y ellos también necesitan tiempo para probar. Mi referencia es el Williams de Aurora, que era un auto extraordinario, y por lo tanto creo que podré darme cuenta en seguida si el March tiene tal o cual inconveniente.
Ayer (jueves) apenas di seis vueltas porque hubo que reparar un conducto de aceite, pero además había mucha dificultad con los pontones alares, que se deformaban con la presión del viento. La parte inferior del pontón tocaba el piso y el resultado era lógicamente un desastre.
El auto no tenía efecto suelo y por el contrario, ofrecía mayor resistencia aerodinámica. Anoche trabajaron en ese aspecto y veremos qué sucede hoy. "
De todos modos, aún es en verdad incorrecto hablar de debut en Fórmula Uno, ya que la carrera sudafricana fue legalmente una carrera de Fórmula Libre, pues no cumple con los requisitos reglamentarios de la FISA para 1981.
Pero en la pista era casi la misma Fórmula Uno de 1980 y el escalón quedó zanjado para Salazar. G. S.
Arrows cambió de piloto, sponsor y colores. Siegfried Stöhr -de destacada actuación en F-3 y F-2- será encargado de conducir este año el segundo auto del equipo. Pese al apellido, Stöhr es italiano
Sobria decoración para los Fittipaldi, hasta que se concrete un nuevo patrocinio (se habla de Basf, empresa de cintas y varios). En la foto Keijo Rosberg, quien fue uno de los pocos que eligieron gomas slick, acierto que le valió su cuarto puesto final
Frank Williams. "Carlos estuvo sobrehumano"
Frank Williamns no es el clásico Director de Equipo inglés, impávido cuando sus pilotos ganan o cuando salen últimos.
Por algún oscuro rasgo latino, Williams trasunta de inmediato la alegría que lo invade cada vez que gana uno de sus pilotos, y Kyalami no era la excepción a pesar de la discusión reglamentaria que pesa sobre la carrera. Así hablaba entonces con CORSA, minutos después del triunfo de Reutemann.
- ¿Quién tomo la decisión de colocar gomas slicks en el auto de Reutemann y gomas con dibujo en el auto de Jones?
- Fue una decisión conjunta. Nos reunimos entre los tres y Alan opinaba que el circuito estaba muy resbaladizo y que no secaría por más que no lloviera más, así que prefería partir con gomas de lluvia. Carlos, en cambio, pensaba que podía secar y eligió las slicks.
Yo respeté la decisión de cada
uno y solamente les dije que ya no había tiempo para arrepentirse y que no quisieran cambiarlas otra vez tres minutos antes de la carrera.
- ¿Fue un riesgo excesivo por parte de Reutemann dar esas diez primeras vueltas sobre piso mojado con gomas slicks?
- Pienso que debe haber sido peligroso, pero Carlos estuvo sobrehumano. Cuando pensamos lo que un piloto de Fórmula Uno puede hacer bajo la lluvia con autos que van a 250 km/h en la recta, nos damos cuenta que son seres sobrehumanos. Carlos lo demostró hoy más que nunca mientras manejaba con las slicks bajo la lluvia.
- El año pasado Jones era primer piloto y Reutemann el segundo, ¿se modificó ese esquema en 1981?
- No, sigue absolutamente igual. Lo que no impide que Carlos gane como lo hizo hoy. Así funciona el equipo.
Ricardo Zunino
El equipo Fittipaldi en pleno. De espaldas, Emerson, en su primera carrera como manager de su propio equipo. En el centro Chico Serra -debutante en F1- y completa Keijo Rosberg (que terminaría cuarto) Orden
de partida
Carlos Reutemann
Williams Cosworth
1m12s98 |
Nelson Piquet
Brabham Cosworth
1m12s78
a 203.000 Km/h |
Keijo Rosberg
Fittipaldi Cosworth
1m13s29 |
Alan Jones
Williams Cosworth
1m13s28 |
Riccardo Patrese
Arrows Cosworth
1m14s07 |
Elio De Angelis
Lotus Cosworth
1m13s47 |
Nigel Mansell
Lotus Cosworth
1m14s38 |
Ricardo Zunino
Brabham Cosworth
1m14s35 |
Jan Lammers
ATS Cosworth
1m14s85 |
Andrea De Cesaris
McLaren Cosworth
1m14s39 |
Eddie Cheever
Tyrrell Cosworth
1m14s95 |
Siegfried Stöhr
Arrows Cosworth
1m14s93 |
Marc Surer
Ensign Cosworth
1m15s18 |
Chico Serra
Fittipaldi Cosworth
1m15s06 |
Desiré Wilson
Tyrrell Cosworth
1m15s56 |
John Watson
McLaren Cosworth
1m15s25 |
Geoff Lees
Theodore Cosworth
1m15s56 |
Derek Daly
March Cosworth
1m16s80 |
|
Eliseo Salazar
March Cosworth
s/t |
Gran
Premio de Sudáfrica
(Carrera sin puntaje por el Campeonato Mundial)
Circuito de
Kyalami de 4.104 metros
Recorrido Total
316.008 Km (77 vueltas)
7 de Febrero de 1981
1
|
Carlos
Reutemann
|
Williams FW07B
Cosworth |
1h44m54s03 |
2
|
Nelson
Piquet |
Brabham BT49 Cosworth |
1h45m14s17 |
3
|
Elio
De Angelis |
Lotus 81 Cosworth |
1h45m07s79 |
4
|
Keijo
Rosberg |
Fittipaldi F8 Cosworth |
a 1 vuelta |
5
|
John
Watson |
McLaren M30 Cosworth |
a 1 vuelta |
6
|
Riccardo
Patrese |
Arrows A3 Cosworth |
a 1 vuelta |
7
|
Eddie
Cheever |
Tyrrell 010 Cosworth |
a 1 vuelta |
8 |
Ricardo
Zunino |
Brabham BT49 Cosworth |
a 2 vueltas |
9 |
Chico
Serra |
Fittipaldi F8 Cosworth |
a 2 vueltas |
10 |
Nigel
Mansell |
Lotus 81 Cosworth |
a 3 vueltas |
11 |
Derek
Daly |
March 811 Cosworth |
a 3 vueltas |
Promedio
del ganador: 180.740 Km/h
|
RV
|
Carlos Reutemann
|
Williams FW07B Cosworth |
1m14s04
a 199.546 Km/h |
Abandonos
Geoff
Lees |
Theodore TR Cosworth |
Despiste |
Sigfried
Stöhr |
Arrows A3 Cosworth |
Colisión con Lees |
Jan
Lammers |
ATS D4 Cosworth |
Disco de freno |
Eliseo
Salazar |
March 811 Cosworth |
Motor |
Desiré
Wilson |
Tyrrell 010 Cosworth |
Despiste |
Andrea
De Cesaris |
McLaren M30 Cosworth |
Despiste |
Marc
Surer |
Ensign MN180 Cosworth |
Motor |
Alan
Jones |
Williams FW07B Cosworth |
Polleritas |
Vea también
Las Victorias de Carlos Reutemann en la Fórmula 1
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