Por segunda vez consecutiva, el VW 1500 logró llegar a la cúspide, manteniendo en ésta un vibrante duelo con el Renault Fuego de Traverso, en el que los toques volvieron a tener vigencia. Tras bastante tiempo, Gayraud volvió a subir al podio, mientras que "Cocho", Oltra (cuarto a la postre) y Bessone -disgustado con el Campeón...- no tuvieron gravitación por la vanguardia
El nivel emotivo cobró alto grado de calor en Pigüé con la quinta presentación del año del T.C. 2000. Fue la contraposición de lo que ocurría fuera de la pista, donde el frío glaciar reinó durante todo el fin de semana. Muy pocas veces recordamos haber sufrido tanto frío y durante tanto tiempo en una carrera.
Para colmo de males el viento sur del sábado trajo la tormenta del Atlántico hacia el continente y se llevó la poca tibieza que pudo aportar Febo el día de la clasificación. Una fina llovizna acompañó la gélida madrugada del domingo y eso terminó no sólo de castigar más duramente aún las humanidades, sino también de restarle brillantez técnica y conductiva a la carrera.
EL VW 1500 de Maldonado y el Renault Fuego de Traverso, que llevaron a cabo una lucha por demás emotiva
Los entrenamientos y pruebas de clasificación de viernes y sábado se hicieron con piso seco. Las pruebas libres del domingo con llovizna y piso mojado, mientras que la carrera se largó con una fina garúa que cesó a las diez vueltas y el piso se fue secando.
Muchos pilotos dieron la vuelta de reconocimiento con gomas para agua, y cuando volvieron a la grilla pidieron el recambio por las slick. Así actuaron Oltra, Ohanessian, Traverso y Guerra, entre
otros. López y Fernandino, por su parte, mantuvieron el criterio inicial y largaron con las de agua. Claro que con concepciones diferentes.
López partió con gomas NPH, originariamente lisas, con un redibujo de escasa profundidad, que parecía ideal para las condiciones del circuito. El "Chango" largó con las Paul de piso mojado, pero bastante usadas. Los demás "se jugaron" a que no iba a seguir lloviendo y fueron directamente a la grilla con las cubiertas de piso seco.
Silvio Oltra y Ernesto Bessone, quienes luego de la carrera se acusaron mutuamente. Observar el "bollo" en el auto de Tito
El comienzo pareció demostrar que los últimos se habían equivocado. Los "dibujos" que hicieron Faraoni y Raies en la bajada del Tobogán, los toques de la primera curva, y los que vinieron después como Traverso - Maldonado y Bessone - Oltra, parecerían estar demostrando que la pista tenía una sola "huella de tránsito" y que el que se apartaba de ella cometía un error, se pasaba en el frenaje y terminaba parando contra la carrocería de algún rival.
Si esto no fuera cierto, deberíamos pensar que existió otro tipo de intenciones en alguna de esas maniobras. Quizá las autoridades de la prueba hayan creído esto último cuando decidieron apercibir a
Traverso.
Lo concreto es que todo el trabajo de elaboración de los autos, que en mayor o menor medida habían obtenido pilotos y equipos durante viernes y sábado, se fue por la borda el domingo a la hora de la carrera. La incertidumbre privó en todos los boxes. Nadie sabía a ciencia cierta qué hacer. Para citar ejemplos concretos podemos citar dos frases que lo dicen todo. Carlos Akel le dijo a CORSA después de tanques llenos:
"No hemos tomado ninguna decisión respeto a cambiar los autos. Veremos cómo está la pista y el clima 15 minutos antes de la largada". Nico Zappegno, por su parte, comentó: "Esto es una verdadera lotería. Hay que ver quién acierta con los cambios". Y así fue.
Gayraud recuperó la fe con su tercer puesto, seguido por Etchegaray, quien en algún momento de la carrera ocupó idéntica posición, aunque luego debió abandonar la competencia
Es evidente que no es posible alistar un auto en 15 minutos para una condición de carrera diferente para la que estuvo trabajando durante los dos días anteriores. La incongruencia técnica fue reina y señora en la pista. La condición se daba de manera precisa para que se lucieran los "manejadores" y los pilotos y equipos que mejor fueran capaces de improvisar para la emergencia.
Es por ello que no debe extrañar que los únicos cuatro autos en terminar en la misma vuelta fueran cuatro notables en los dos rubros, o por lo menos muy notables en uno de ellos. Tampoco que aparecieran como muy consistentes en los puestos de avanzada, dotados como Miguel Ángel Etchegaray, Gustavo Der Ohanessian, de excelentes trabajos parciales, o los finos como Gerardo Del Campo y Osvaldo López.
Trencito compacto de Oltra, Etchegaray y Der Ohanessian, como durante la primera parte de la carrera. Luego estos dos últimos se relegaron y el Campeón Bessone sostuvieron un duelo no muy claro
Conclusión. Desde el punto de vista técnico una carrera que no aporta nada al historial de la categoría. En lo deportivo muy poco. En lo emotivo mucho. Fue un deleite para el público observar la impecable tarea y los muy pocos errores que cometieron, por ejemplo, Traverso y Maldonado. Uno, el ídolo máximo que tiene el automovilismo argentino. El otro, el piloto más fino y quizás el mejor "tester". Los dos se metieron al público en el bolsillo. El público los ovacionó como muy pocas veces antes. A pesar del frío, el calor que hubo en la pista los dejó felices a todos.
Por Néstor Carbia
Fotos Enrique Bianco
Gabriel Raies en una misma línea con Raimundo Patat. Este último logró clasificar, mientras que Raies sólo pudo dar seis vueltas
"Cocho" López, uno de los pocos que largó con gomas para lluvia, padeció con la caja de velocidades y perdió una vuelta. Acá está perseguido por José Luis Bessone, quien terminó en el octavo lugar inmediatamente después del "Showman". Una carrera interesante, disputada en medio de un clima que ofreció muchos problemas
Desde el freezer
AUSENCIAS VARIAS. No corrieron en Pigüé Rodolfo Zuain, Hugo Olmi y Jorge Serafini. Los tres por razones de tipo económicas. Los dos primeros estuvieron "de visita" y contaron sus cuitas. Se está poniendo difícil el tema. ¿No?
¿Y EL 505? Otro ausente importante fue José "Coco" Fortunato y su Peugeot 505. Los "cucos" de Mendoza no estuvieron en Pigüé, cuando nada lo hacía prever. Si bien cuando desarmaron el auto se encontraron con que el golpe
de Mendoza había hecho más daño en la estructura que el que se observó en primera instancia, con mucho trabajo y el agregado de dos caños suplementarios en la parte frontal del vehículo habían logrado terminarlo a tiempo para estar en Pigüé.
Gerardo Del Campo protagonizó una excepcional remontada luego del toque con Guerra, terminando quinto con esta -ahora- roja coupé Ford Sierra XR4. Detrás Guillermo Maldonado se apresta a superarlo para sacarle la vuelta
Pero... quiso la mala fortuna que el jueves Fortunato, que trabajó a full en el auto durante todo este, tiempo, tuviese un problema en un ojo, el que debió ser cubierto y, en consecuencia, no se encontró en condiciones de ir a correr. Este diagnóstico se confirmó el viernes a mediodía, luego de una consulta oftalmológica, ya que el profesional le aconsejó no ir a la carrera y mantener el ojo tapado. Mucha gente -incluso nosotros- se quedó con las ganas de observar en acción otra vez más al 505 "yellow". Esperaremos a Concordia.
TRAVERSO APERCIBIDO. Luego de finalizada la carrera los Comisarios Deportivos -Ricardo Mesa y Juan Rodríguez- una vez que recibieron los informes del
veedor de la horquilla y habiendo hablado con los protagonistas de los toques -Traverso y Maldonado- decidieron apercibir a Juan María por la acción de "sacar de su línea de marcha" a "Yoyo". El tema terminó allí y ninguno de los dos pilotos se quejó de la acción del otro. ¡El calavera no chilla! Se escuchó por allí...
EL GESTO DE JUAN MARIA. En la audición de hoy -martes- de "Carburando", Juan María Traverso entregará, en carácter de donación, el casco que utilizó hasta la carrera de Mendoza al Hospital de Niños. La Asociación Cooperadora que apoya la obra del nosocomio realizará con él una rifa para recaudar fondos que posibiliten una mejor atención de los pequeños pacientes que allí reciben todo tipo de cuidados, ¡Bien "flaco"!
Maldonado y Traverso le sacan una vuelta a "Cocho", ya con problemas
LOS NEUMATICOS, UN TEMA RISPIDO. Cada vez es mayor la cantidad de voces que se alzan en la categoría en relación al meneado tema de los neumáticos. La cantidad de los mismos, la calidad, los diferentes tipos de compuestos, los juegos "fantasmas" que aparecen y desaparecen son motivos de diferentes comentarios que, a medida que pasan las carreras, se van incrementando.
En Pigüé, Rubén Benavídez se decidió a "poner la cara" y nos dijo sin pelos en la lengua: "Miró yo ya no tengo dudas que existen gomas de un rango determinado que tienen durezas diferentes.
Este fin de semana nosotros compramos, en el circuito, dos juegos de neumáticos que nos fueron entregadas como NPH. Cuando medimos la dureza uno tenía 68 york y el otro 72, cuando normalmente las de ese compuesto no pasan de 56. Para mí que esas que nos vendieron como NPH eran en realidad 1285, y aquí en Pigüé hubo gomas con la dureza normal de ese rango.
A nosotros no nos tocó ningún juego de las más blandas". Vale la pena puntualizar
que Benavídez no fue el único que se quejó sobre el tema y alzó su voz en tono de crítica. Si, fue el único que nos autorizó a reproducir su queja. "Nos vamos a juntar -agregó-- los equipos particulares sin distinción de marcas, y vamos a presentar un petitorio a la Asociación -APTC 2000- para que las cubiertas sean sorteadas e incluso limitadas en su cantidad por carrera".
LOS TECNICOS SE PUSIERON DUROS. Luego de la consulta efectuada a la CDA por parte de Renault Argentina y por "Tito" Vitelli, en relación a los refuerzos de las estructuras delanteras de los autos de la categoría, más allá de las torretas de los amortiguadores, y que tuviera respuesta por escrito antes de la carrera pigüense, no extrañó a nadie que la verificación técnica realizada en el trazado sureño fuera mucho más exhaustiva que las anteriores.
En efecto, Rubén Flores y Oscar Esteller (Comisarios Técnicos de la CDA) verificaron a lo largo de todo el fin de semana los veinticuatro autos que estuvieron en la carrera. Prácticamente ninguno de ellos, o casi ninguno, dejó de merecer algún tipo de observación en cuanto a su construcción o disposición de elementos. Las mismas fueron volcadas a una ficha que debidamente firmada por el concurrente de cada auto irá a Concordia, donde se volverán a verificar los autos, y las observaciones deberán estar encuadradas dentro de la reglamentación, so pena de exclusión.
Nos parece una actitud de pureza y cristalinidad por parte de la CDA y sin rigores excesivos. Ahora todos saben qué es lo que tienen fuera de reglamento en sus autos. Seguramente harán las correcciones del caso. Uno de los CC .TT. le comentó a CORSA: "No queremos sancionar. Sí, hacer docencia". Ojalá sirva para que todos ejerzamos también la decencia.
Comienzo de la carrera con Etchegaray, Raies, Gayraud y, asomando, Maldonado
Crocco adelante de Di Palma y Machado
En pocas palabras
Rodolfo Zuain: "El auto estaba listo pero no tenia el apoyo publicitario para financiar esta carrera".
Jorge Serafini: "Mi auto también estaba listo, pero no tenía dinero para venir. Además, puse en venta una de las Fuego".
Crocco: "Estamos haciendo una suspensión trasera nueva, que usaremos en Buenos Aires. La tapa y la leva nueva quizá la llevemos a Concordia".
Maldonado: "No creo que llevemos el auto nuevo a Concordia. Pienso que vamos a seguir con éste".
Rubén Flores (C. T.): "No vinimos a esta carrera a sancionar a nadie, Sólo queremos hacer docencia y decirle a cada piloto lo que tiene mal en su auto, para que lo modifique en la próxima".
Jorge Omar Del Río: "Ya Ricardo Pré y Juan Carlos Tutti recibieron la caja Hewland para la coupé Fuego. Pensamos estar probando a la brevedad y si todo va bien podríamos ir a Concordia".
Ricardo Mesa (C. D.): "Esta semana la Comisión de Seguridad va a verificar el circuito de Concordia. Sólo lo vamos a aprobar si cumplieron mínimamente con lo que les hemos pedido".
Ing. José Zappegno: "Ya le encargamos dos autos nuevos a Berta, pero esos van a demorar unos meses".
La coupé Fuego de Guerra que luego de detenerse tuvo un principio de incendio
Pontoriero yéndose del cuadro, perseguido por otra coupé Sierra XR4, la de Del Campo, veterano auto que pasó por las manos de Fernandino y Di Palma, y que ahora luce un tono rojizo