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Turismo de Carretera -
Numa Mk II Tornado
El invento de Carlos Ruesch
Revista
Corsa 134. Noviembre de 1968
Publicado en F1-Web en Noviembre de 2011
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¡Quién lo hubiera imaginado apenas un año atrás!. Un metro cinco de altura (sin el "jopo"), trompa Can Am y un aire de prototipo - prototipo <click para ampliar la imagen>
Radiografiado el último ganador de TC en el Autódromo, confirmó su diagnóstico hecho por adelantado: tiene todas las características como para convertirse en un ganador virulento... y mucho más. Trabajó junto a Berta, diseña sus coches, lee mucho sobre el deporte que es su vida, se muestra concentrado y proviene de la gran escuela que es el Turismo Anexo "J"
Hacer la nota de dos personajes al mismo tiempo es bastante complicado. Cuando estos dos personajes se han hecho populares rápidamente es bastante más complicado. Pero cuando estos dos sujetos están tan íntimanente ligados como lo están Carlos Ruesch a su Numa II, las cosas se ven de repente simplificadas.
Nunca se supo bien si tendríamos que charlar con el auto o pegarle un par de molestos golpes de teléfono al recién casado Ruesch para decirle:
"¿Podés venir a conversar?...", o la otra posibilidad: "Vamos a ir a verte...". Posibilidad esta última muchísimo más molesta considerando la etapa de prolongación de luna de miel por la que está pasando el corredor cordobés. Optamos por la primera.
Más o menos, Carlos Ruesch es como todos: tiene dos orejas, dos ojos, una nariz y una mujer estupenda que le diverte la vida de su marido y lo acompaña en ella.
Más o menos, el Numa II es distinto a todos; tiene una trompa moderna, al último grito de la moda internacional, tiene dos techos, uno en forma de cuña, que el montón bautizó "El televisor" y sus constructores lo llaman "El espíritu del reglamento", y otro, el verdadero, bajo, tan bajo como por lógica y por reglamento tendría en 1968 que ser. El metro cero cinco de altura máxima, sin calcular el aditamento sobre la cabeza, lo convierte en el TC más bajo. Cacho Ruesch debutó en las carreras con un kart, cuando tenía diecisiete años. Pasó después a un Fiat 1100, para terminar con un Fiat 600 en el Campeonato Zonal Cordobés. Luego del 600 pensó hacerse un Abarth 850. Entró entonces a trabajar en IKA para poder reunirse con los pesos que lo acercarían al auto ambicionado. Su idea fue, en un principio, entrar como piloto de pruebas, pero por su edad tuvo que conformarse con ser mecánico en la sección experimental.
Circunstancia que obligó a un cambio de planes y a elegir un Renault accesible en reemplazo del Abarth. Terminado el Renault luego de meses de trabajo (año 1966) en el mismo departamento que Berta desarrollaba los Renault oficiales de fábrica, decidió debutar con el "Ratón escandaloso" en San Pedro. Berta le había dado una manito muy chiquita, pero allí comenzó, sin nadie saberlo, sin saberlo ni siquiera él mismo el proyecto subconsciente del Numa II.
Que hasta hoy es el final de un camino que nos ocupa. Su primer diseño fue un monoposto de 175 cm3. Desde entonces, siempre siguió dibujando sus coches, desde el Renault hasta el Numa. Su escuela fue el año que pasó en la Facultad de Ingenieria, la Escuela Técnica, el "Profesorado de Bachiller". "Tardaba tres o cuatro años en aprobar cada año del secundario"... y Oreste Berta.
Recién ahora recibió por primera vez ayuda directa de la fábrica, aunque no integra el equipo oficial. Si alguna vez se le dio algo fue por intermedio del gerente experimental de IKA.
¿Qué pensás para el futuro?. "Correr, correr, correr. Una vez manejé un F-1 en Rafaela y no me gustó" (son albondigones) "Claro... si me dejaran correr con el Cooper Tornado..."
El poder de un triunfo: ahora tendrá todo lo que sea necesario para el auto, gratis. Le han prometido uno de los motores nuevos. Mientras tanto, el Numa II seguirá corriendo con el mismo motor hecho por Berta.
Este moderno prototipo TC está muy cerca de su ideal como auto de competición. Lo hizo a su medida. Nunca se puso el motor en el banco, aunque calcula (¿un poco optimista?) que estaría en los 310 - 315 HP con todos los elementos colocados.
Lógicamente el diseño del Mk II, lo mismo que el Numa Mk I, pertenece a Ruesch. "Con Carvajal trabajamos en la Liebre I. Muy pocos saben eso, y menos que el diseño de la trompa de ese coche es mío. La cola y la trompa del Numa II las hizo Jorge Parodi, yo me limité a supervisar".
La trompa de plástico la hizo Jorge Parodi. Pero Cacho Ruesch supervisó la construcción de todos sus coches
Arma sus motores. Vive del automovilismo, lo que le dan carreras en premios y en publicidad.
"El reglamento es vergonzoso, yo daría libertad de altura, de distancia entre ejes, mucho menos peso mínimo... aunque este último tópico me ayudó en la construcción del Numa II, que tiene 46 kilos exactos de caños de los más ordinarios que forman la estructura".
"Hay que caer en la pista, pero también en la ruta". "¡El autódromo es tan aburrido para los que ya lo conocen...!". "Lo único que te salva es el serrucho del piso que te desacomoda el coche y uno se divierte acomodándolo...".
"Un día fuimos al Autódromo y se me acercó un muchacho, quien se ofreció para llevarme las gomas a reparar, después se puso a remachar unas cosas. Yo lo ví tan voluntarioso que me lo llevé para Córdoba; se llama Luis Giménez, y es mi acompañante".
Acepta que aprendió a manejar como Copello aunque hace las cosas muy parecidas a Perkins. Es zurdo, tiene 25 años, su hobby es cazar y su pasión los perros, un boxer y una perra dogo. Camina por las calles de Buenos Aires y viaja en taxi (IKA no le dió auto para moverse en la Capital). Vive en el Cerro de las Rosas. La Cumbre es el circuito que más le gusta. Y espera. Sobre su cabeza está empezando a formarse una aureola de triunfador.
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