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Turismo Mejorado
Ford Mustang 289 - 1965
El juguete de Oscar Cabalén
Revista
El Gráfico Nro 2402. Octubre de 1965 |

"Mirá, estoy enloquecido. Como un chico con un juguete nuevo. Ya no sé para que lado voy. ¡Estoy completamente loco!"
Para que Oscar Cabalén haga esa confesión por voluntad propia el asunto debe ser muy serio. En ese momento llegaba de la Aduana de retirar el motor 289 High Performance preparado por Holman & Moody, los famosos especialistas norteamericanos.
Por la noche se iba de regreso a Córdoba porque en el fin de semana pensaba hacer el camino del Gran Premio. "Mirá, el domingo salgo a eso de las 3 de la mañana de Córdoba y por la noche, un poco tarde, estoy en Tucumán". ¡Tres etapas en un día!
El Mustang es especial para andar por las rutas. Tiene un despeje del suelo notable, es duro y rápido. La preparación fue muy minuciosa y realizada con el entusiasmo y el conocimiento que pone Cabalén en todo lo que hace.

Buen perfil, líneas agradables. Sensación de potencia y robustez. El Mustang puede ser el auto ideal para nuestro Gran Premio. La práctica dirá
Recursos no le faltan. Sigue contando: "En Córdoba le hicimos una jaula de protección con caños de aviación que quedó lindísima. Y en Baufer le hice las butacas y los tanques. Después de este Gran Premio tenemos la campaña de TC por delante y hay que pensar en todo". Nello Maffei, cada día más flaquito, sigue trabajando -ahora: naturalmente, tuvo que parar- en la preparación del motor F-100. Está hecho con gran prolijidad y esmero. Llenó todo el taller -al que no entra nadie ni con un revólver en la mano- de planos y diagramas pegados en las paredes. Y todo el mundo corre para todas partes.
Tiene en su poder las llantas especiales y las gomas tipo Indianápolis con las que el Mustang levantará vuelo. Con el motor original, hace ya más de un mes, anduvimos probándolo en el autódromo municipal. El auto empuja mucho y tiene buena estabilidad, a pesar de que estaba tal cual lo habla desembarcado. Lógicamente ahora, con la preparación que le hizo, tiene que estar "al repelo".

Este es el motor 289 pulgadas cúbicas High Performance que le prepararon en Estados Unidos Holman & Moody, los dos mecánicos que más saben sobre puesta a punto de unidades Ford
Entre tantos viajes para todas partes y preparación de autos, Cabalén quedó un poco fuera de entrenamiento. Se lo hicimos notar. Antes estaba hablando con uno y repente decía: "Chau, me voy hasta Mar del Plata y vuelvo. Quiero ver cómo anda este auto". A lo mejor eran las 3 de la tarde y había llegado a mediodía de Córdoba. Pero ahora prefiere viajar en avión y hasta -insólito, increíble- ¡en tren! "No te vayas a creer...", nos dice ofendido. "Mira qué estado tengo". Y se toca la punta de los zapatos sin doblar las rodillas. No hay dudas, está grave. Cabalén no subestima a nadie. Sabe que hay otro Mustang que puede caminar: el de Remígio Caldara. Pero él va a luchar con todo, como siempre. Para eso tiene el chiche nuevo. Un Mustang bien hecho y adecuado, que tiene robustos 260 HP. Sus socios, entretanto, lo contemplan y lo perdonan...
Por Juan Carlos Pérez Loiseau

El habitáculo es amplio y confortable como es tradicional en todos los autos norteamericanos aunque, como aquí, sea una máquina de performance elevada
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