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Historias del automovilismo argentino


Road test de autos argentinos

Berta Fórmula 5000 - 1974

 

El Berta F-5000 probó en EE.UU.

 

Revista Corsa 422. Junio de 1974

Berta Fórmula 5000
En medio del desierto García Veiga prueba el Berta F-5000 y con una mano se tapa el sol mientras otea el horizonte, no sea que vengan los indios. La conquista del Far West ha dado comienzo efectivo

En medio del desierto californiano, a dos horas de Los Ángeles, se encuentra el circuito de Willow Spring. Allí se llevaron a cabo las primeras pruebas del Berta F-5000 en manos del propio Oreste Berta y Néstor García Veiga. Nuestro corresponsal los acompañó permanentemente y nos cuenta en detalle la actividad

"A las carreras vamos preparados ciento por ciento o nos quedamos en casa".

Tal es la filosofía que desde un principio expuso Francisco Mir cuando decidió incursionar por la "locura" automovilística, y tal fue el criterio que lo decidió a postergar la presentación de su equipo en el campeonato norteamericano de Fórmula 5.000.
Lo cierto es que, como ya adelantáramos, el Eagle fue armándose con considerable retraso y prácticamente el tiempo para probar que quedaba era poco como para asegurar una participación con chances reales.

El Berta, por su parte, cumplió bastante bien en su entrenamiento inicial, pero haberlo presentado en Mid-Ohio hubiera sido un "lance" con posibilidades relativas y allí privó el criterio de esperar hasta tener más tiempo de probar y efectuar las modificaciones necesarias en el prototipo argentino.
Pero, si por un lado la expectativa de verlo a García Veiga nuevamente en acción deberá contenerse un tiempo más en Formula 5.000, otra posibilidad no menos atractiva ha surgido en forma firme: si actuación en las 24 Horas de Le Mans.

La prueba del Berta

Fabricado casi podría decirse en tiempo record, con 600 kilómetros de test en Argentina, una buena capa de óxido durante los días que estuvo "extraviado" en Nueva York, una enérgica rehabilitación en Santa Mónica bajo la dirección de su creador y un montón de dólares, ilusiones y noches de insomnio de por medio, el Berta estuvo por fin listo el lunes de la semana pasada para emprender el viaje a Willow Springs (circuito elegido para las pruebas).

Berta Fórmula 5000
Salvo pequeños detalles menores, el Berta F-5000 conformó plenamente a Néstor García Veiga que lo definió como "muy noble". De todas maneras, el esperado debut no se produciría en Mid-Ohio como se preveía originalmente

Allí, en el desierto, en el medio de ninguna parte o donde el diablo perdió el poncho para citar las más comunes, Willow Springs puso a disposición el angosto trazado que trepa durante la mitad de su recorrido en la falda de una sierra y que ni siquiera necesita guard-rails, porque los metros de pedregullo y arbustos que lo rodean bastan para frenar un avión.
La caravana había salido del taller de Mir a mediodía, con la imponente casa rodante al frente, seguida del camión transporte con el Berta y el camión taller cerrando la fila. Menos de dos horas después las rampas metálicas servían para hacer descender al F-5.000 sobre la pista. Inmediatamente Berat controló la suspensión, ayudó a montar las dos únicas piezas de carrocería (la nueva trompa aerodinámica y el cockpit - toma de aire integral), se puso el antiflama y el casco, puso en marcha el motor preparado por Bolthoff y comenzó la función. Unos cuantos giros, y varias paradas, ayudaron a corregir la suspensión (hubo que levantar, porque la trompa tocaba el piso en los sectores más irregulares). Una hora después, García Veiga se acomodó frente al volante y salió decidido a exprimir el Berta, cuyo constructor se había limitado a andar con cautela en los sectores bravos. "Este circuito mete miedo", confesó Oreste ... y ese juicio lo confirmó el Nene más tarde cuando manifestó que nunca había manejado en un trazado tan difícil. Sin embargo, difícil o no, los relojes fueron indicando cada vez mejores tiempos. El motor, que no parecía muy de confiar y por cierto no respondía demasiado bien en baja, aguantó el trajín de toda la tarde (tarde extendida, si se tiene.en cuenta que ya se había ocultado el sol cuando García Veiga cubría las últimas vueltas). Con varias interrupciones para regular suspensión, controlar temperaturas, darle un vistazo a los frenos y reaprovisionarse..., además de dar tiempo a los improvisados barredores del equipo que despejaron del asfalto las piedras sembradas por el auto en algunas excursiones por la banquina, el Berta completó 40 vueltas. El mejor registro estuvo en 1m17s9 (el record extraoficial se dice que pertenece a Andretti con 1m14s8). Lo importante del "estreno" yanqui del auto argentino estuvo en el hecho de que ese registro pudo haberse bajado a 1m15s con algunos cambios y en procura de tal mejoría es que volverán a probar durante la semana en el mismo trazado. Esta vez el trabajo será doble para García Veiga, ya que estará terminado el Eagle y se piensa llevar ambas máquinas

Berta Fórmula 5000
García Veiga y su inefable mecenas, el ingeniero Mir, durante las pruebas en el circuito de Willow Spring. Sobre la amplia superficie blanca del auto ya se inscribió la propaganda de ropa Mister Marty, habitual patrocinante de Francisco Mir

En general, el Berta mostró ser un auto sin "vicios", que entró con soltura en las curvas más exigentes y parece ser capaz de resistir los entusiastas arrestos de su piloto que dobló "con los picaportes" en más de una. "Al auto lo siento seguro, confiable, fácil de manejar, aunque por ahora se haga pesado debido a las ruedas de aluminio", nos comentó García Veiga, sintetizando: "Creo que es un auto muy noble". Esa forma de exigir la máquina sin preocuparse si levantaba "tierrita" de vez en cuando, motivó una broma de Mir: "Vos andas tan confiado que vas a terminar pisando una vaca".
Los defectos a corregir que se evidenciaron fueron: frenos (esponjosos, pero fácilmente solucionable con pastillas más duras); multiplicación (demasiada larga para ese circuito); acelerador que no reaccionaba con la suficiente rapidez (por tal motivo se decidió instalar un cable similar al del Eagle); alta temperatura de aceite (se instalará un radiador más grande) y dirección pesada (se cambiarán las llantas de aluminio por otras de magnesio). Como se ve, todos problemas que sólo requieran tiempo y el conocido ingenio de Berta. Una vez logradas podrá tenerse una idea más cabal de las posibilidades de este auto respecto a los flamantes Eagle, Lola 332 o Parnelli.
Tras las pruebas proyectadas para esta semana, Berta retornará a Córdoba y procederá a preparar los repuestos imprescindibles (trompa, suspensión, radiadores, cárter modificado) y decidirá si opta por hacer fabricar en Argentina las nuevas ruedas inglesas Melmac que lleva el Eagle. Mir ha decidido que utilizará para el chasis argentino el motor Bolthoff (con múltiple de admisión modificado y más potencia de baja) y los prometidos 500 HP. Como colaborador directo de Oreste Berta (que tanto mete las manos en la grasa como aprieta hasta el último tornillo) Mir puso a trabajar a otro argentino, Osvaldo D´Angelo. En cuanto al Eagle, estará atendido principalmente por Juan Rossi y un mecánico de primera línea aportado por Dan Gurney (David Klyme). Sobre ambas máquinas, estará siempre la supervisión directa de Mir.
"Me considero satisfecho con lo demostrado hasta ahora", dijo Berta, "todo depende de aquí en más de que contemos con las piezas necesarias y las facilidades para desarrollar el auto como corresponde. Yo volveré para poner el auto en condiciones con la suficiente anticipación cuando se decida que corra".
Mir no deja de traslucir su frustración ante la necesidad de cancelar el debut tal como lo planeara, fundamentalmente por no haber tenido el Eagle listo en la fecha que se le prometiera, pero en lugar de forzar a sus mecánicos más de la cuenta prefiere continuar con el proyecto F-5.000 a ritmo normal "De lo contrario, lo único que se consigue es llegar a la carrera con la gente cansada. El cansancio da lugar a errores y los errores pueden causar accidentes. Si esperé tanto, puedo esperar un poco más pero hacer las cosas en forma" razona el hombre que ha invertido 350.000 dólares en un proyecto tendiente a promover internacionalmente a un piloto argentino y, eventualmente, a un auto construido en nuestro país.

Texto y fotos: Juan Abraham

Pueden dejar sus comentarios sobre esta auto en el Blog de Test del Ayer

 

Apuntes de California

El lunes 20 de Mayo no pudo haber sido un día con mejor epílogo. Tras las promisorias pruebas del Eagle, el equipo de Mir emprendió el regreso a Santa Mónica con un destino prefijado para el conductor del camión transporte (el "Nene"). La señora de García Veiga estaba ya en el Hospital aguardando el nacimiento del nuevo hijo y su marido llegó justo para ver a su flamante hija en momentos en que la sacaban de la sala de parto. Una hermosa nena como para cimentar la etapa norteamericana en la vida de Néstor y Estela García Veiga y una compañera de travesuras para el primogénito Néstor Jesús Jr.

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Por Gustavo Ernesto López

email guerlopez@yahoo.com